¿sdhis, como funcionan?

Los SDHI son productos químicos que inhiben (de ahí la I) una etapa clave de la respiración de los hongos microscópicos. Se supone que evitan la podredumbre de varias plantas bloqueando el desarrollo de estas setas. La etapa de la respiración a la que se hace referencia es la que se realiza con la succinata deshidrogenasa (SDH) presente en las mitocondrias. Ahora bien, las células de todos los seres vivos respiran ya sean microorganismos, plantas, animales o seres humanos. Este proceso esencial para la vida es posible gracias a la presencia en cada célula de mitocondrias, estas «fábricas de energía», que pueden estar presentes en gran número, hasta varios miles en una sola célula. Desempeñan un papel fundamental en la liberación de la energía contenida en nuestros alimentos (azúcares, grasas, proteínas).

Una mitocondria de hoja de espinaca, observada con un microscopio electrónico (ampliación : 40.000).

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Esta liberación ocurre a través de la respiración celular en forma de un combustible, el ATP, utilizado para las reacciones de la célula que requieren energía, y de calor, son ellas las que calientan el cuerpo humano. La respiración celular está asegurada por un grupo de proteínas, las enzimas mitocondriales, una parte de las cuales se reúne en cinco grandes complejos – calificados de I a V – que juntos constituyen la cadena respiratoria, y actúan de manera coordinada para garantizar una serie de reacciones bioquímicas. Si una de estas enzimas es defectuosa, la respiración de las células empeora y en los seres humanos, esto conduce a la aparición de numerosas enfermedades muy graves.

Las mitocondrias en células de la piel humana aparecen en color naranjo gracias a un marcado que indica el calor. N, el núcleo de las células.

En esta sucesión de reacciones bioquímicas, la enzima SDH (también llamada complejo II) desempeña un papel crucial, y se sabe desde hace tiempo que mutaciones genéticas de la SDH, que provocan la pérdida de su actividad, son la causa de enfermedades humanas. Estas mutaciones pueden causar, por una parte, encefalopatías graves, y, por otra, cardiopatías en los niños. Otras mutaciones pueden provocar, esta vez mucho más tarde en el adulto, la formación de tumores del sistema nervioso en la cabeza o el cuello, o en las zonas torácicas, abdominales o pélvicas. Las mujeres son propensas a ciertos tipos de cáncer del riñón o del sistema digestivo. También se observan anomalías en el funcionamiento de la SDH en otras enfermedades humanas, como la ataxia de Friedreich, el síndrome de Barth, la enfermedad de Huntington, el Parkinson y algunas astenozoospermias (perturbación de la movilidad de los espermatozoides). Estos datos demuestran el papel esencial de esta enzima en la salud humana.